Franquicia de consultores y auditores
Consultores y auditores
La consultoría es un servicio que las empresas contratan para ayudarles a solucionar un problema determinado que no pueden solucionar internamente. El consultor debe analizar la empresa en cuestión para luego asesorar, apoyar y ofrecer soluciones a la empresa acerca de un problema específico. Este es un servicio cada vez más demandado. Hay distintos tipos de consultores, pueden estar dedicados a cualquier sector y estar especializados en problemas o sectores específicos o pueden dedicarse a la consultoría de manera más general, tratando distintos tipos de problemas. La consultoría es un servicio que las empresas utilizan para resolver problemas específicos en momentos concretos, se puede aplicar sobre un departamento únicamente o sobre toda la empresa.
También es un recurso muy demandado por las empresas el de las asesorías. Éstas se diferencian de las consultorías por ser un recurso que las empresas requieren a largo plazo. Se trata de asesoramiento legal, administrativo, fiscal y contable del que la empresa se beneficia durante un largo periodo de tiempo y sin necesidad de tener un problema específico que resolver. Es una herramienta que ayuda a las empresas a mejorar su sistema, procedimientos y protocolos para optimizar sus servicios.
Por su parte, los auditores son los encargados de revisar las operaciones y sistemas de las empresas, ellos deben mantener las cuentas de la empresa claras y controlar el dinero que entra y sale de la compañía, así como comprobar que los protocolos y procedimientos de las empresas se están llevando a cabo de la mejor forma posible. Es decir, los auditores serían los examinadores de las empresas, que comprueban si ésta lleva a cabo sus actividades y servicios de la mejor manera posible y con profesionalidad y, en caso contrario, son los consultores quienes indican el camino a seguir para conseguirlo. Es la empresa quien establece la periodicidad de las auditorías y qué departamento o departamentos englobará la misma.
Este sector, el de la consultoría, está cada vez más afianzado en el mercado, gracias al desarrollo de la economía de servicios donde la investigación y el conocimiento son valores fundamentales para formar parte de un mercado tan competitivo y con gran oferta. Además, el hecho de que el sistema de franquicias haya sufrido un auge, y más aún en el caso de las franquicias de servicios, también hace que cada vez más se requiera de consultores y auditores externos para asegurarse del buen funcionamiento de las empresas y su desarrollo óptimo.
Las franquicias de consultores y auditores realizan servicios de consultoría, asesoría y auditorías externas a las empresas que las contratan. Existe gran variedad de este tipo de franquicias, con mayor o menor especialización. Las franquicias pueden estar especializadas en solucionar un problema empresarial concreto, o en asesorar a empresas de un sector concreto o bien pueden dedicarse a la consultoría y auditoría en general, de cualquier sector y con cualquier fin. Así, es el franquiciado quien, en base a sus conocimientos, habilidades y experiencia puede decidir qué clase de consultoría va a abrir teniendo en cuenta también la inversión de la que puede disponer.
Una franquicia de consultores y auditores es la mejor opción para profesionales economistas, expertos en empresariales, licenciados en derecho o incluso especialistas en recursos humanos y gestión de personal que quieren iniciar un negocio en el que puedan auto emplearse y utilizar sus conocimientos.
En caso de que tener también una cartera de clientes previa, el franquiciado tendrá ventajas competitivas sobre sus competidores. Además, al contar con el respaldo de una marca establecida, que le va a aportar su “know how” y experiencia en el sector, el riesgo al abrir el nuevo negocio será mínimo. La marca franquiciadora también aportará las herramientas de publicidad necesarias y, si es el caso, los productos o herramientas que deban utilizarse para el desarrollo de la actividad.
Por otra parte, este tipo de franquicias habitualmente tienen bajo coste, permiten trabajar desde casa, por lo que no se tiene que pagar un local u oficina que conlleva gastos adicionales. Esto reducirá también el tiempo necesario para poner en marcha el negocio por lo que es una buena opción si el franquiciado quiere empezar cuanto antes.
Para tener éxito con una franquicia de consultores y auditores es recomendable que el franquiciado se mantenga actualizado respecto a la legislación y normativas vigentes en su campo, además de seguir de cerca las novedades en el campo fiscal, laboral y tecnológico para poder dar a los clientes el mejor servicio posible. Todo esto hará que el negocio esté en evolución continua y el trabajo de los consultores y auditores mejore día a día aumentando notablemente la calidad del servicio y la satisfacción del cliente y, por lo tanto, el éxito del negocio.
En este sentido, hay aspectos clave a tener en cuenta para aumentar las posibilidades de éxito de una franquicia de consultoría y conseguir los mejores resultados posibles.
En primer lugar, tanto el franquiciado como su personal deben estar orientados a conseguir los mejores resultados para el cliente ya que éste es lo primero que va a valorar del servicio recibido. Cuando una empresa busca una consultora, lo hace para mejorar sus servicios, disminuir costes o aumentar beneficios de manera que, si esto no se cumple, van a estar descontentos con el trabajo de la consultoría.
Siempre contando con que se consigan los resultados esperados, el trato con el cliente va a ser un punto clave que diferencia una consultoría de sus competidores. Vincularse con el cliente para conocerlo mejor y poder ofrecerle asesoría y consejos personalizados desde una postura más cercana, ayudará a que éste se sienta mejor atendido y más satisfecho con el servicio. Conocer la empresa en profundidad antes de dar los resultados, mostrarse disponible para ellos y adaptar los procesos de la consultoría a su situación concreta conseguirá aumentar la sensación de cercanía y satisfacción en el cliente. Gracias a esto, también se consigue que los clientes recomienden la empresa a otros clientes potenciales y la franquicia crezca y se cree un nombre.
En definitiva, como en cualquier empresa, es necesario posicionar la empresa ante el público, diferenciándola de los competidores y creando su nombre propio. Cierto es que en las franquicias ya se cuenta con un nombre posicionado en el mercado, pero es cada franquiciado el que debe dar un valor diferencial a su negocio, haciendo que sea único y esté por encima del resto. Los clientes valorarán muy positivamente que los procesos que se lleven a cabo y los servicios de consultoría, asesoría y auditoría sean distintos para él que, para el resto de las empresas, se sentirán así escuchados y el resultado será más satisfactorio para ellos.
Es interesante también, en este tipo de franquicias, poder aunar profesionales de distintos sectores para dar una perspectiva completa al cliente. Si se unen profesionales del derecho, economistas, licenciados en empresariales y expertos en liderazgo y gestión de equipos pueden ofrecer un servicio completo a los clientes y asesorar sobre todos los aspectos que componen la empresa en un solo servicio. Esto supondrá un valor añadido a la hora de que el cliente se decida por esta franquicia, estará convencido de que su negocio ha sido asesorado y auditado de la forma más completa posible, sin dejar vacíos por revisar, y esto aumentará notablemente su satisfacción.
Las franquicias de consultores y auditores son un gran negocio para profesionales especializados que quieren iniciar un negocio y poner al servicio de éste su experiencia y conocimientos profesionales. Es la vía más sencilla, rentable y menos arriesgada de poner el valor profesional de uno mismo a su propio servicio en vez de utilizarlo para beneficiar a la empresa de un tercero.