Royalty – Franquicias
Royalty
Los royalties son pagos periódicos que el franquiciado debe hacer al franquiciador en contraprestación por el uso de la marca e imagen de su empresa y el beneficio obtenido gracias a éstas. Además, los royalties también son una forma de pago por la asistencia que el franquiciador ofrece a los franquiciados, la formación continua que le presta y los servicios que le proporciona.
Lo más habitual es que estos pagos sean mensuales, pero también puede establecerse en el contrato de franquicia otro tipo de periodicidad como puede ser semanal, quincenal, bimensual, trimestral, semestral o incluso anual.
La cantidad de este pago la determina la empresa franquiciadora normalmente en base a un porcentaje de los beneficios netos que el franquiciado obtiene por la explotación de la franquicia, aunque también puede establecerse una cantidad fija o semifija con una parte fija y otra en función de los beneficios.
En caso de que las ventas o los beneficios estén siendo más bajos de lo esperado y, por tanto, el porcentaje perteneciente a los royalties sea demasiado bajo, se establece un mínimo para este pago de manera que, aunque los beneficios bajen, los royalties no pueden ser menores a este mínimo.
Todo esto queda reflejado en el contrato de franquicia que firman ambas partes antes de empezar la actividad de manera que está regulado legalmente y es un compromiso que el franquiciado adquiere con la marca franquiciadora.
El porcentaje que se establece como royalty oscila entre el 1% y el 10% de los beneficios netos de la franquicia, según decida la empresa franquiciadora. Este porcentaje puede variar según el sector en el que se enmarque la empresa, según su zona de actividad, según su reputación, su rentabilidad, etc. Lo más habitual es que el porcentaje esté entre el 4% y el 7% aunque puede ser menor o superior en algunas franquicias. También existe la posibilidad de que una marca franquiciadora no exija el pago de royalties, suele darse en el caso de algunas franquicias “low cost” que eliminan este pago para abaratar los costes del franquiciado. Puede ocurrir que, en las empresas que se basan en el producto, se tome la decisión de eliminar los royalties y compensarlo variando el margen de beneficio.
Es decir, una empresa que es productora de aquello que las franquicias venden, puede varias el precio de los productos y el margen de beneficio que da al franquiciado para así cubrir los costes que cubrirían los royalties y prescindir de éstos.
Es, en parte, gracias los royalties que el sistema de franquicias tiene cierta estabilidad puesto que suponen un ingreso periódico y asegurado para la empresa franquiciadora. En este sentido, el franquiciador tendrá más beneficio cuanto mayor sea el tiempo de duración del contrato ya que cuanto más tiempo esté el franquiciado explotando la franquicia, mayores serán sus beneficios y, por tanto, los royalties que éste deberá pagar al franquiciador.
El franquiciado debe tener en cuenta la cantidad que le va a suponer el pago de los royalties o el porcentaje de sus beneficios que deberá destinar a ello a la hora de analizar la rentabilidad del negocio y los beneficios netos que va a obtener realmente. Puede pactarse con la empresa franquiciadora el porcentaje de los beneficios que se destinará a los royalties o la cantidad fija que estos supondrán siempre que la empresa no tenga una política estricta al respecto.
Las empresas franquiciadoras pueden calcular el porcentaje o la cantidad óptima de los royalties pudiendo ser distinta esta cantidad en empresas que se dedican al mismo sector. La experiencia empresarial, la reputación de la marca y el tiempo que la empresa lleve desarrollando el modelo de franquicias, pueden ser factores diferenciales a la hora de establecer los royalties que se cobrarán a los franquiciados. Es decir, el pago que se requiera en concepto de royalties para la marca debe ser directamente proporcional a el valor añadido que ésta aporte a sus franquiciados. Para saber cual es el valor de los royalties más adecuado para cada marca, se deben tener en cuenta varios factores:
• Coste directo del servicio que se presta al franquiciado.
• Beneficios que el servicio central de la empresa franquiciadora reporta al franquiciado.
• Nivel de desarrollo de la red de franquicias.
• Rentabilidad que la marca ofrece a las franquicias.
• Rentabilidad que el franquiciador obtiene de las franquicias que se desarrollan en su red.
Por parte del franquiciado, es importante que al tener en cuenta el coste que le supondrán los royalties, tenga también en cuenta que es lo que cubre este coste. Habitualmente, el pago de royalties cubre:
• Costes que supone para el franquiciador el dar exclusividad geográfica en la zona determinada al franquiciado.
• Soporte técnico que la marca ofrece, como pueden ser la asesoría y el soporte técnico.
• El coste de la investigación que la marca franquiciadora lleva a cabo para conseguir nuevos productos o servicios de mayor calidad, mejores procedimientos para las franquicias, etc.
• Los costes de testear y lanzar los nuevos productos o servicios.
• Los costes de publicidad de la marca que la empresa franquiciadora realiza a nivel general.
• Los esfuerzos que la marca realiza para negociar con proveedores, conseguir mejores condiciones y los gastos de personal que esto conlleva.
• La formación continua que la empresa franquiciadora ofrece a sus franquiciados.
El franquiciado deberá considerar si el pago de los royalties compensa los servicios que la marca le presta y si el coste se ajusta a los beneficios obtenidos.