Ventajas del modelo de franquicia
El modelo de franquicia tiene ventajas y desventajas, tanto a nivel macroeconómico como a nivel microeconómico. Es necesario conocerlas para poder hacer una evaluación adecuada de nuestra situación y tomar la decisión que más beneficie a nuestro negocio.
En este capítulo vamos a desengranar las posibles ventajas e inconvenientes del sistema de franquicias para todas las partes, así como proponer, en algunos casos, soluciones a esos inconvenientes que pueden surgir.
Ventajas de una franquicia a nivel global:
• Ambas partes se benefician de la economía de escala, esto es, la capacidad que tiene una empresa de producir más cantidad de productos a un coste menor. A medida que la producción crece, los costes se reducen. En el caso de las franquicias, al aumentar la red de distribuidores y clientes, se requiere más producción y esto hace que éste sea más económica. En este sentido, las franquicias también permiten que pequeñas empresas, que en condiciones normales no alcanzarían este tipo de economía, se puedan beneficiar de la economía de escala.
• Se favorecen las colaboraciones mutuamente beneficiosas entre empresas.
• Las franquicias pueden favorecer el crecimiento global de la economía al facilitar la creación de nuevas empresas.
• Se promueven los movimientos de fondos financieros inactivos y el movimiento de la economía general puede ayudar a modernizar las estructuras comerciales del país.
• A nivel social, el hecho de que gracias a los sistemas de franquicias se pueden crear empresas estables con más facilidad, hace que los niveles de paro disminuyan. Y personas sin experiencia tengan más oportunidades en el mercado laboral. Esto también fomenta la investigación y el desarrollo tanto a nivel empresarial como económico.
Inconvenientes de una franquicia a nivel global:
• El ascenso tan pronunciado que han sufrido estos sistemas en este siglo, hace que aquellas empresas que no se adhieren a ellos puedan ver reducidos sus ingresos. Porque no pueden competir con las condiciones que las franquicias pueden ofrecer por su gran red de contactos.
Vamos ahora a analizar qué supone para las empresas franquiciadoras el tomar esta decisión y el desarrollo de un sistema de franquicias con su marca.
Ventajas para el franquiciador:
• Tiene la oportunidad de crear una red minorista que controla casi al completo.
• El sistema de franquicias facilita el crecimiento de la empresa y su expansión a nuevos mercados sin invertir grandes cantidades de dinero. A su vez, también consigue que suban sus ventas, consecuencia de esta expansión.
• Las propias franquicias funcionan como una red de publicidad. Mejoran la imagen de la marca y hacen que otros futuros franquiciados se interesen por ella. Así, cada punto de venta o distribución es, a su vez, capaz de generar nuevos puntos de venta fácilmente.
• Se amplían las posibilidades de negocio ya que ahora la empresa no solo vende sus productos y servicios. También vende sus procedimientos y protocolos de forma separada por lo que obtendrá más ingresos adicionales.
• El franquiciador no tiene un riesgo económico tan alto, ya que quien hace la inversión inicial y asume los costes de actividad de la franquicia es el franquiciado. Al contrario de lo que ocurriría si fuera la propia empresa quien gestionara esos puntos de venta o distribución.
• La economía de escala que se puede alcanzar facilita que se abaraten los costes, se aumente la producción y, en definitiva, el negocio resulte más rentable a corto y largo plazo.
• La empresa recibe ingresos extra procedentes de los cánones de entrada y los royalties.
• El franquiciador y su negocio se pueden beneficiar de ña experiencia y el buen hacer del franquiciado sin tener que invertir en ello.
• Se disminuyen los costes de personal ya que, al ser la franquicia una empresa independiente, es ésta la que gestiona su plantilla propia.
• La expansión del negocio puede ser muy rápida ya que pueden estar abriéndose de forma simultánea varias franquicias en distintas localizaciones.
Inconvenientes para el franquiciador:
• Al ceder el «know how» y los procedimientos del negocio al franquiciado, éste podría convertirse en competencia abandonando la franquicia y llevándose estos conocimientos. Sin embargo, esto puede resolverse incluyendo en el contrato una cláusula en la que se estipule que el franquiciado, en un plazo determinado, no puede realizar actividades que ocasionen competencia a los servicios que se realizan en el negocio franquiciado.
• Se requiere una inversión inicial para poner en marcha el sistema de franquicias.
• El franquiciador debe asegurarse de que los franquiciados reciben, comprender y llevan a cabo con corrección los procedimientos, protocolos y «know how» necesarios para el buen desarrollo del negocio.
• Pueden surgir tensiones entre los franquiciados y el franquiciador o incluso que el mal hacer y los problemas de gestión de los franquiciados afecten y den mala imagen a la marca. Para evitar esto se necesita hacer una buena selección de los franquiciados, hacer un cribaje y asegurarse de la capacidad y aptitudes de éstos. Este proceso requiere inversión personal y tiempo para que éste pueda establecer un sistema que evite, en la medida de lo posible, aceptar franquiciados que puedan generar problemas o perjudicar el nombre del negocio.
• En ocasiones, si el negocio se centra demasiado en las franquicias, se puede perder el enlace directo con el mercado y se puede perder la perspectiva de la realidad comercial del momento.
• Puede ser complicado el realizar cambios en la marca o el modelo de negocio ya que los franquiciados pueden oponerse o terminar descontentos. Para evitar esto, puede ser interesante incluir en el acuerdo alguna cláusula al respecto de los posibles cambios en el negocio que puedan plantearse en un futuro. Y determinar en ella quién tiene potestad para realizarlos o negarse a ellos.
• Se debe implantar un sistema de control que evite posibles retrasos por parte de los franquiciados en el pago de los royalties periódicos.
Como puede ver el lector, los inconvenientes no son nada que no pueda solucionarse implementando un buen sistema y teniendo, desde el inicio, un sistema de negocio que contemple todas esas opciones.
Analizando las ventajas, parece evidente que acogerse al sistema de franquicias es una gran oportunidad para una empresa. Sobre todo si tiene un nombre y una marca que quisiera expandirse y alcanzar el mayor número de clientes posible. Y todo ello minimizando los riesgos y la inversión a realizar.
En el otro extremo de ese hilo que es una franquicia, nos encontramos con el franquiciado, aquel que desea abrir un nuevo negocio. Y que apuesta por hacerlo con una marca ya establecida y un plan de negocio ya existente. Como es evidente, en esta posición también existen ventajas y desventajas que el franquiciado debe tener en cuenta.
Ventajas para el franquiciado:
• En primer lugar, algo evidente en cualquier negocio pero a veces en este sistema se confunde. El franquiciado es propietario de su negocio y único responsable del mismo, aunque cuente con el soporte de la empresa franquiciadora.
• La posibilidad de iniciar un negocio franquiciado da al nuevo empresario acceso a una tecnología comercial ya probada y exitosa. Y, por tanto, con menor tasa de riesgo y una rentabilidad prácticamente segura.
• El franquiciado se beneficia de la posición del franquiciador en el mercado, su nombre y sus clientes y eso lo tiene antes de abrir su negocio. Las franquicias ya son una marca conocida para los clientes y aprobada por éstos. De manera que las probabilidades de éxito son mucho más altas que al iniciar un negocio totalmente nuevo y desconocido a priori para el cliente.
• No se requiere una experiencia ni conocimientos previos, el franquiciado bebe de la experiencia y el «know how» de la empresa franquiciadora y es con esto con lo que va a dar forma y llevar adelante su negocio. Esto implica también que el franquiciado puede introducirse en cualquier sector, sin importar sus conocimientos y experiencia en ese campo.
• Formación y asistencia continuas por parte del franquiciador de manera que quien emprende esa franquicia sabe que tendrá un soporte permanente.
• El franquiciado se asegura de que tiene la exclusividad de la marca y el nombre que va a comercializar en una zona determinada previamente.
• Se obtienen beneficios y clientes de las campañas publicitarias y de marketing que la empresa franquiciadora lleva a cabo con un coste para el franquiciado mucho menor al habitual.
• La persona que inicia una franquicia tiene más facilidades para conseguir recursos financieros. El hecho de pertenecer a una red de negocios consolidada, un plan de negocio exitoso y comprobado y tener soporte de una empresa mayor genera confianza en posibles inversores y/o acreedores.
• El franquiciado obtiene contactos de proveedores y tecnología de la empresa franquiciadora.
• Debido a la generación de economías de escala en este sistema de negocios, los franquiciados reducen notablemente los costes de su empresa.
Es notable la cantidad de ventajas que un empresario o una empresa obtiene de iniciar una franquicia frente a las condiciones en las que se inicia un nuevo negocio. No obstante, esto también puede tener ciertos inconvenientes que vamos a analizar a continuación.
Inconvenientes para el franquiciado:
• No tiene total independencia empresarial ya que existe un control por parte del franquiciador para asegurar la gestión adecuada del negocio.
• El franquiciado no posee el nombre ni la marca del negocio que está explotando.
• Es necesario tener unos conocimientos mínimos de planificación, organización y gestión empresarial para que el negocio pueda llegar a buen puerto.
• Para abrir una franquicia se requiere una inversión inicial, más o menos elevada, en forma de canon de entrada y durante el tiempo que dure la explotación de la franquicia se debe hacer un pago regular en concepto de royalties.
• No hay sitio para la creatividad ni la originalidad en el negocio ya que los procedimientos y el diseño del mismo viene predeterminados por la empresa franquiciadora.
• Generalmente, un porcentaje de los beneficios del negocio deben entregarse al franquiciador.
• Existe una dependencia total a la imagen de la marca. Esto puede ser una ventaja si la imagen es buena, pero en caso de que la marca o algunos franquiciados ensucien esta imagen, afectará a todos ellos.
• Se establecen desde el inicio, por parte del franquiciador, unos requisitos mínimos de rentabilidad que se deben cumplir para poder seguir con el negocio.
• Si otras franquicias o puntos de venta tienen un bajo rendimiento, esto puede afectar a las demás franquicias. Por nombre y en cuestiones de costes de producción.
Como se puede ver, abrir una franquicia es más ventajoso que iniciar un nuevo negocio. Y da la oportunidad de emprender a personas que, de otra manera, no podrían hacerlo. Los inconvenientes son, en muchos casos, compartidos por cualquier negocio que se quiera iniciar, ya sea de nueva creación o franquiciado.
De hecho, los inconvenientes de abrir una franquicia serían mayores en caso de que el negocio fuera nuevo. La mayor parte de los inconvenientes que se pueden dar al abrir una franquicia son fácilmente salvables. ¿Cómo? Con una planificación adecuada y llevando el negocio con organización y una buena gestión.